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sábado, 7 de febrero de 2015

Yanni - Keys to Imagination

1-      The North Shore of Matsushima (5:08)
2-      Looking Glass (6:35)
3-      Nostalgia (4:27)
4-      Santorini (4:34)
5-      Port of Mystery (4:49)
6-      Keys to Imagination (5:13)
7-      Forgotten Yesterdays (3:30)
8-      Forbidden Dreams (3:57)

Algo tienen los griegos que hace que su música sea muy especial. Quizá sea su historia milenaria, por la que ha desfilado innumerables culturas, desde la clásica época helena de las liras y las citaras, pasando a la ocupación otomana, con sus cuerdas orientales y su sonido exótico; quizá sea el clima jónico, ese espíritu levantino, mediterráneo, cálido; o quizá, simplemente, sea una combinación de todos estos factores  los que dotan a los músicos griegos de un aura de sensualidad muy particular. Tenemos la aterciopelada voz de Demis Roussos, que nos abandono hace ya casi una semana, pero cuyo Triki triki Mon Amour siempre nos acompañaran; tenemos al genio barbudo, Vangelis, creador de icónicas bandas sonoras y un mago de los sintetizadores; tenemos, también, a Chris Spheeris, cuyo sonido es el más cercano a Grecia. Pero, de entre todos ellos, se encuentra un músico de la new age, de las nuevas músicas, con un sonido tan característico como llamativo,  globalizante y romántico. Me refiero a Yanni Chryssomallis, mundialmente conocido como Yanni.

Mi nombre es Iñigo Montoya, vos matasteis a mi padre!

Yanni tiene la presencia de un galán de telenovela venezolana: cuerpo atlético, brillante sonrisa, larga melena azabache, y bigotazo mariachi. Pero la edad ya no perdona y parte de este aspecto olímpico ha ido desapareciendo, aunque ya me gustaría a mí tener ese aspecto con 60 años. Este aspecto atractivo ha hecho que salga en la mayoría de las portadas de sus discos, lo que podría echar para atrás a más de un escéptico de la música New Age, donde la muchas veces calidad brilla por su ausencia cuando es eclipsada por una cara bonita. No nos dejemos engañar, el sonido de Yanni tiene una gran calidad, y prueba de ello son sus conciertos en la Acropolis o el Taj Mahal, que hablan por sí solos. En Keys to Imagination (1986), su segundo álbum y primer gran éxito del compositor griego, encontramos al Yanni mas clásico, el que combina sonidos de sintetizador con teclados y arreglos orquestales épicos llenos de vida y color con una sensual aura mediterránea que en discos posteriores sería sustituida por una música mucho más globalizante, mas étnica, con mayor uso del apartado sinfónico que del sintetizador.

The North Shore of Matsushima

El disco lo abre The North Shore of Matsushima,  la pieza más poderosa del conjunto, cargada de potentes sonidos de sintetizador, que van oscilando a lo largo de toda la tonada, alternando pasajes melódicos cargados de romanticismo con otros mucho mas épicos y grandilocuentes, y una que otra flauta japonesa que la dotan de la atmósfera oriental que sugiere el titulo (“la orilla norte de Matsushima). Looking Glass comienza con una guitarra y unos sonidos oníricos muy mediterráneos que dan paso gradualmente a un desfile de sonidos donde el protagonista es el atmosférico sintetizador y la percusión distorsionada. Nostalgia, como su nombre indica, es un tema mucho mas melancólico, que evoca a la tierra natal de Yanni, Kalamata, que tuvo abandono a los 18 años para estudiar psicología en Estados Unidos. Una tierna pieza de piano abre la tonada, a la que se unen rápidamente los sintetizadores en un  fastuoso y brutal crescendo. Junto con la primera, son mis canciones favoritas del álbum; esta última fue versionada en 1992, en directo desde la Acropolis, prescindiendo de los sintetizadores y sustituyéndolos por una orquesta, que no está nada mal. Con Santorini Yanni vuelve a evocar su tierra natal de la misma forma: una obertura tierna y atmosférica, que nos traslada a las islas bañadas por el transparente Egeo, y se transforma rápidamente en una pieza más épica. Port of Mystery es una tonada mucho menos colorida que las anteriormente mencionadas; es una pieza más comedida, con unos sintetizadores más relajados y unos sonidos más melancólicos, más oníricos. En Keys to Imagination nos encontramos también con guitarras tristes que dan paso a un sintetizador más severo y furioso; el conjunto es mucho más cercano al sonido levantino. Forgotten Yesterday es una pieza completamente atmosférica, con tenues notas de sintetizador que recuerdan al golpe de un arpa de cristal; Forbiden Dream, en cambio, podría decirse que tiene toques tribales, sobretodo en la percusión,  a la que se superpone un meloso sintetizador con profundos golpes de gong distorsionados.
Keys to Imagination

En su conjunto, Keys to Imagination es un disco complejo lleno de matices que abarcan la fanfarria new age grandilocuente y épica, las etéreas composiciones de sintetizador, el evocador piano y una ligera tendencia a la globalización con toques tribales, orientales y mediterráneos. No es el mejor disco para iniciarse con Yanni por sus excesos, pero sin duda es de sus trabajos más logrados, y de mis favoritos dentro de mi discoteca, en la que se encuentran muchos otros más accesibles que iré subiendo en otra ocasión. 

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